Destinos

Homenaje póstumo a la francesita Anne Lenoit 

Por : Eduardo Pertuz 

Hace 4 años iniciamos una aventura en el municipio de Tenerife (Magdalena) donde está enterrado el verdadero amor de Simón Bolívar, la francesita Anne Lenoit. Para aquel entonces la crónica solo fue publicada en mi Facebook donde están los detalles de ese idílico amor. Nunca quedé satisfecho en esa primera visita, sabía que desde algún lugar del universo Anne Lenoit ameritaba un homenaje póstumo con todas las de la ley; al fin y al cabo fue la única mujer que tuvo Bolívar sin ningún interés que el simple amor, y la única mujer que se presentó en la catedral de Santa Marta para depositar en su féretro un ramo de la flor “siempre viva”, así le llamaba el libertador a ella por sus ojos azul aguamarina, labios rojo carmesí y su ensortijada cabellera rubia. Y digo idílico porque Bolívar en su periplo hacia Santa Marta por el río Magdalena a finales de 1830, en cada puerto pedía con delirio la presencia de Anne, tal como lo detalla su biógrafo Luis Perú de Lacroix, tal vez, y ya es mi opinión personal, la anhelaba con todas sus fuerzas porque era la única mujer capaz de hablarle al oído en suave francés y hacerle olvidar al libertador todas las penurias, traiciones y dolencias que vivió, hacerle recordar esa época en que estuvo en París; pero este encuentro por cosas del destino nunca se dio en vida del libertador, solo un día después de muerto Simón Bolívar fue que Anne pudo hallarlo.

Anne Lenoit regresa a Tenerife, jamás se casa, vive sola, se dedica hasta los últimos días a la labor de costurera, la muerte le llega un abril de 1868; tal como pudimos verlo en la tumba del cementerio de Tenerife. 

Bella historia de amor que me conmovió y quedará grabada en mi memoria por siempre. 

Con este preámbulo y sintiéndome con la obligación moral de reconocerle a Anita esta entrega, reorganicé el regreso a su tumba en Tenerife, pero esta vez fui acompañado de un grupo de amigos, en especial de una pareja de franceses. Sería la primera vez en 151 años que Anita recibiría la visita oficial de un compatriota, además de los franceses nos acompañó una ciudadana canadiense y mexicanos. Es de anotar el acompañamiento también de una comisión de notables de la Casa de la Historia proveniente de Magangué, presidida por el ilustre escritor y poeta Antonio Botero.

Todos listos y preparados, ese 20 de julio y, después de un suculento desayuno ribereño en Zambrano (Bolívar), nos dirigimos todos de lino blanco al cementerio de Tenerife, a la tumba de Anne Lenoit; nuestro amigo Pierre Marie Gallois inicio con unas emotivas palabras que a todos nos emocionó, al final de su discurso sonó el himno de Francia, la Marsellesa, que fue creada dos años antes del nacimiento de Anne en Francia. Desde algún lugar en el universo Anita estaría regocijada con tanto homenaje. Acto seguido se dejó sobre su tumba la bandera de Francia y unos ramos de flores de Siempre Viva. 

El poeta y escritor magangueleño Antonio Botero, con su espectacular vibrato, nos deleitó con un pensamiento a la homenajeada, tanto júbilo sentimos que se nos fue el calor físico por la alta temperatura del lugar, para estar todos conectados a la calidez humana con el arte de la poesía. Todo fue apoteósico, no hay otra palabra para describirlo. Los discursos, el himno La Marsellesa, la emoción compartida y la indumentaria dieron el éxito al homenaje.

Después nos dirigimos a un hermoso lugar con potencial turístico como es la bella laguna de Tepegua, donde Pierre Gallois nos brindó un champán traído directamente de Francia para la ocasión. Inicié el brindis de agradecimiento dejando caer una gotas de ese champán en suelo de Tenerife, así Anne Lenoit tendría simbólicamente algo de su Francia querida). 

Todo esto fue posible gracias a la colaboración invaluable del director de la casa museo de la cultura de Tenerife el profesor Jorge Curcio, el profesor Cristian Moreno y el historiador local José Ponce, a la familia Barreto Molina, al escritor Luis Roncallo Fandiño, al ejército nacional y policía, y todos los que de alguna manera apoyaron. 

PD: Tenerife tiene un enorme potencial turístico, hay un pequeño fuerte militar español a orillas del río, solo que destruido, creo que el único fuerte sobre el rio Magdalena. Su iglesia central es tan antigua como las de Cartagena de Indias, entre otras atracciones, ojala algún día desarrollen su potencial. 

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