Informe Especial Opinión

Las matemáticas y el método Adonay 

Así como Alejo Durán inmortalizó sus cantos de vaquería en su obra musical  “Pedazo de acordeón”, la educación encarna la misma pasión del cantor cesarense para desarrollar la palabra, el conocimiento y la cultura en las comunidades y hacer gente valiosa que transforme a la humanidad.

adonayjaramillogarrido@gmail.com

Por: Patricia Berdejo

Las matemáticas, pesadilla de mis años estudiantiles, ininteligibles, intrusas en mi mundo de joven distraída, perturbadoras de mis ratos de ocio y alborozo. Indescifrable enigma, ineludible tormento e inspiradoras de descontento, desmedida  intensidad horaria de esa asignatura cuadriculada, calculada y endiablada. La suma de quebrados, los casos de factorización, las  ecuaciones, logaritmos, raíces cuadradas y cúbicas, vectores, teoremas, catetos, decimales, coordenadas, fraccionarios, cociente, residuo, seno, coseno, tangente, cotangente y lo que no grabé en mi mente. Habilidades y destrezas sí me sobraron para la   “copia” y me libraron de un duelo a muerte con la hipotenusa y el hijo de puta maestro que me retaba a escaramuza.

Sin despojarme aún de mi aversión, ni habiendo superado la frustación por mi evidente incapacidad de asimilarlas y descifrarlas, es innegable que los números, sus progresiones y probabilidades, son el eje, la base fundamental de la lógica, la tecnología, las proyecciones, la  arquitectura, la estadística, la ingeniería y de la ciencia exacta que se encarga de las relaciones entre cantidades, propiedades y magnitudes que dan cuerpo y definen cualquier proyecto, plan, boceto o diseño que se quiera construir, edificar o erigir. Aplican, además, en el asunto de las humanidades  y en todos los ámbitos de los saberes, profesiones, artes u oficios y en las áreas que comprometan  precisión, estructuras,  enunciación, formulación y presentación de cualquier planteamiento o programa. Imprescindibles, también, para la evolución del  pensamiento crítico, el raciocinio y hasta en la toma de decisiones. Sin su aplicación sería imposible contar, verificar, codificar, enumerar, repartir, calcular, comparar, deducir, evaluar, tasar, valorar, conjeturar y relacionar.

El Método Adonay para la Enseñanza de las Matemáticas (MAPEM), desarrollado por el licenciado y catedrático de Tierralta (Córdoba), Adonay Jaramillo Garrido, surge hoy como una propuesta  alternativa para su aprendizaje y comprensión. Y consiste básicamente en: Aumentar y desplegar habilidades para resolver situaciones del contexto y para orientar, entender y comprender de manera crítica los eventos, textos, íconos o señales que a menudo observa la lectura más allá de lo fonético. Fomentar, además, el razonamiento algebraico desde los contenidos de aritmética que se tratan: descubrir patrones, construir generalizaciones, inducir, deducir, etc. -Llevamos más de 2000 años exigiéndole a los niños que sumen (señala el profesor Adonay), pero no hemos decidido proponer situaciones como esta:

Suma 1 

2+3+4= 9

Suma 2  

5+6+7= 18

Suma 3  

8+9+10= 27

Sin recurrir a conocimientos de álgebra descubrir los sumandos y el resultado de la suma 100.

Adonay es creador además, de recursos didácticos como: El Dominó, Los juegos el Salto y la Pulga y el Parqués, en el campo de las matemáticas e inspirador de poesías alusivas a esos contenidos, como dinámicas que activan y movilizan en los  estudiantes sus aptitudes y preferencias cerebrales. 

Related Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *