Omar Geles, por los caminos de la eternidad
La partida de Omar Geles llenó de tristeza y dolor no solo a su familia, a sus seguidores, a los amantes del folclor sino a los artistas del vallenato que unidos en una sola voz, reconocieron en él no solo su talento para la composición, la ejecución del acordeón, sus habilidades para la producción musical y el olfato para descubrir y apoyar nuevos cantantes sino su humildad y nobleza.
Después de permanecer por varias horas en cámara ardiente en la tarima Francisco El Hombre, donde sus colegas lo despidieron entonando sus canciones en medio del llanto, en horas de la tarde se llevó a cabo la misa campal en medio de un inclemente sol en la plaza Alfonso López de Valledupar, donde el pueblo se unió en un solo sentir para ver partir el cortejo fúnebre.
El cuerpo sin vida del destacado artista fue trasladado al cementerio jardines de Eccehomo en un carro de bomberos seguido de una multitud que lo acompañó cantando sus reconocidos éxitos musicales.
El recorrido pasó por la sede donde funciona la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, allí un grupo de niños artistas de la escuela Rafael Escalona le dio el último adiós con una serenata especial.
Durante el recorrido una nube abrió paso en el cielo para que Omar Geles comenzara el camino a la eternidad y en medio de esa tarde dolorosa, el pueblo fue testigo de los colores que bañaron el firmamento donde apareció un arcoíris como una forma de despedirlo del plano terrenal y darle la bienvenida a su nueva morada celestial.
En la historia musical de Colombia quedará grabada la vida y obra de este artista que deja un valioso legado al folclor vallenato.