El criollazo
“El Cuento de Pedro”
Por: Pedro Norberto Castro Araujo
Criollazo viene de la palabra criollo, lo que en el léxico de la cultura macondiana significa hombre de campo, comedor de mondongo, butifarra, coctel de camarón, friche, carne salada, viuda de bagre, arroz de liza, sancocho de chivo, gallina o cerdo, le fascina la leche recién ordeñada y bebe en totuma leche cuajada.
Aquel que le gusta la comida de monte, los chicharrones de narcobollo, los pasteles de donde Olga Piña, el pescado a orilla del río, las bandejas de marisco de donde Chucho, la tortuga frita, el queque de Cuestecita, la costilla de chivo de Cuatro vías, el jugo de zapote de Ciénaga, se deleita con un ñeque, una guardatinaja, un conejo o iguana preparada en salsa con coco en Fonseca, deambula por los dulces de Distracción y de Papayal.
Amante del Junior de Barranquilla, de la salsa, del vallenato, de la rumba, del carnaval, de la guacherna, de la maicena, de la bola de trapo, del billar en cantina de pueblo, la cerveza vestida de novia, de la corraleja, de la arepa de huevo, del sombrero vueltiao de Tuchin, del suero salao con yuca, chivo, bocachico frito,del queso chuichi acompañado de plátano amarillo, patacón o guineito verde.
Conocedor de la música de los Zuleta, Jorge Oñate, Diomedes Díaz, seguidor insigne del Binomio de Oro, Juan Piña, Cuco Valoy, Alfredo Gutierrez y Wilfrido Vargas.
Asiduo visitante de cuanta fiesta patronal o jolgorio existe, aquel que jamás se pierde una verbena mucho menos un festival, devoto de la Virgen de los Remedios, de la Candelaria de los Venados y de Magangué, del Santo Ecce Homo del Valle, de la Virgen del Perpetuo Socorro de San Diego, de la Divina Pastora de Codazzi, de San Francisco de Asís de La Paz y de Guacoche, de Santo Tomaás de Villanueva, de la Virgen del Carmen de Manaure, la de las Mercedes de Patillal, de la Virgen del Rosario de El Molino, devoto del Cristo de Mariangola como Pepe Castro, de San Isidro Labrador de Atánquez y de San Rafael del Tupe.
Aquel que se hace invitar de jurado al festival del Carbón en Barrancas, al de la Paletilla en Becerril, al de Voces y Canciones de La Paz, al Cuna de Acordeones, al de Vallenato en Guitarra en Codazzi y al Festival Vallenato en Valledupar. Le fascina ir a Pueblo Bello a visitar a Iván Brito y Jike Cabas, quitarse el frío bebiendo aguardiente amarillo con Korak Pérez,ir al desfile de Willys los 27 de abril, a La Jagua donde Agustin Uhia los 12 de octubre, donde Armando Morelli y Goncha Aroca los 25 de diciembre en Patillal, los domingos en Corral de Piedra donde Ofo Moròn, en septiembre donde José Campo, o cualquier día en “La Tierra de Pedro Castro”.
Le encanta la música de viento, le fascinaba las bandas de Reyes Torres, la Rita Cecilia de El Molino, la de Manito Jhonson, y los Picapiedra del Valle, hoy se deleita con la banda de La Paz, le gusta bailar los porros de Arturo Garcia, El Toro Negro, Lirio Rojo, El Guayabo de la Y, la Lorenza y el Muñeco, aplaude ver bailar a Alfonso Márquez, el cónsul de Ayapel, adora la yuca asada, los deditos de Jubalito, las empanadas horneadas de Rosita donde los Sierra y las de carne donde Luquita, el arroz apastelao de El Flaco, la arepa de queso, las almojábanas de La Paz, el pollo frito de donde Odulfo, el mondongo de la avenida, la comida de donde la Lule, la culinaria de las Majomas, la sopa de donde Ester, El peto y el bofe de El Hueco, la carne asada de donde La Gallo, el bollo de mazorca de San Diego, el chicharrón de Bosconia, el caldo de costilla donde Sumercé, las arepuelas de Mariangola, el tinto de la mona de Aguas Blancas, las panochas de El Paso, la naranja de Mandinguilla, el guiso de chivo del Cacique y las hamburguesas de Poncho Pitre.
Goza de los versos de Iván Zuleta, los cuentos de Jairo Becerra, los chistes de Fabio, las ocurrencias del Mono Cruz, de Chueco Daza, Augusto Ariza, Juan Manuel Martinez y la jocosidad del Mono Gil. Beber cerveza los sábados en el parque Novalito en la tienda de Pablo con Galindo y Yiyo Martínez, llamar a Emiliano Cruz un sábado a media noche por una irritación en el ojo, embetunarse debajo del palo de caucho de la Gobernación donde Dago, ir los lunes santo a escuchar la misa del Ecce Homo, bañarse en el Mojao e ir al cementerio central cada 2 de noviembre a visitar a sus difuntos.
Le gusta tertuliar en la plaza donde el Turco Pavajeau, en la 6a donde Jhony Pérez o en el club para escuchar las tesis de Hugo Mendoza, El Negro Zabaleta, José Aponte y Julio César Vargas, hablar con Elfo Jiménez Ochoa, comprar lotería a Carabalí, rifas a Eustorio Castilla, Jugar dominó en la 11a con Jaime Sequeda y el Negro Arredondo o donde Marcelo Calderón, ir a las galleras con Chechito , Guille Castro, Ciro Araujo y Emiliano Vence, escuchar los viernes el Cuento de Pedro en radio Guatapuri, después a las 9:00 en el sabanón de Isaac León, analizar la tertulia del agraciado en Maravilla Estéreo, las opiniones de Enrique Camargo en Candela Viva, leer El Pilón, bañarse en el Guatapurí, ir a deleitarse de los helados de Los Corales, almorzar con guiso de gallina en la finca, vacunar el ganado, tomar guarapo de caña, ir al ordeño a las cuatro de la madrugada, comprar carne fresca donde Horacio, ganado en la subasta, ir a desayunar a Chonchoniel, pasteles de cerdo en Mango Biche, sopa de arepa donde María Meza, chicharroncitos en Calderito o hígado encebollado donde Mary Sequeda, panza guisada donde Sofi Argüelles la de Eloy, beber Buchana’s Máster, Old Parr o perro con perro; ese hombre ciento por ciento agropecuario es nuestro criollazo de hoy.