Crónicas Opinión

La Triple Alianza

“El Cuento de Pedro”

Por: Pedro Norberto Castro Araujo

Cuando niño me concentraba escuchando las conversaciones de los adultos, las de don Pedro Olivella Araujo con mi padre José Guillermo “Pepe Castro” ambos inquietos por la lectura y afines en temas  de historia universal; en aquella época los vi hablar de la triple alianza. Paraguay y Colombia quienes recientemente se enfrentaron en las eliminatorias del Mundial de fútbol, comparten una larga historia de estrecha amistad y cooperación; Colombia fue uno de los primeros países  en reconocer la independencia de ese país. Este antecedente histórico surge en 1864 a raíz de la guerra librada entre Argentina, Uruguay y Brasil contra Paraguay donde este último perdió más de el 30% de la totalidad de su territorio y la mayor parte de su población quedó reducida a menos de 200.000 personas.

La guerra de la triple alianza fue la más sangrienta de Latinoamérica, se desarrolló entre los años de 1864 y 1870, las ideas  del imperio de Brasil de expandir su territorio en busca de zonas más templadas, esta arrebatada idea colonizadora trajo para el Paraguay  un descenso demográfico sin proporciones. La población masculina  se redujo a más de un 60% perdiéndose las dos terceras partes  de la población.

En 1870 en un histórico gesto de apoyo y solidaridad con la soberanía e independencia territorial del Paraguay, el Congreso de Colombia aprobó una Ley en la cual manifiesta  su admiración al pueblo paraguayo por su resistencia patriótica y heroica en enfrentar a  los aliados de la triple alianza; la misma disposición ofreció a todo ciudadano paraguayo la ciudadanía colombiana con el solo hecho de pisar el territorio nacional, ello como forma de prevenir que estos se convirtieran en apátridas si su país llegaba a desaparecer.

La próspera nación con la crisis de la guerra quedó devastada, había mucha hambre y miseria; al encontrar los brazos abiertos de Colombia  muchos paraguayos emigraron a este país, aquel al recuperarse de los desmanes de la violencia encontró que la mayoría de la población eran mujeres viudas y huérfanas. 

Tal confrontación terminó con la devastación de un  país que perdió más de 150 mil kilómetros cuadrados de su territorio, la destrucción de su infraestructura física, sumado a  las pérdidas humanas en su mayoría hombres, jóvenes soldados y personas del común que se sumaron  a la noble causa para defender la patria de la injusta embestida de los tres aliados.

Con tan singular gesto de hermandad de parte de nuestra nación a un pueblo hermano y sufrido por los desmanes de la guerra, este al retomar el rumbo, pidió nuevamente el apoyo solidario del hermano país, esta vez a la inversa necesitaban hombres emprendedores y con disposición de  colonizar las tierras paraguayas, así se hizo, el gobierno colombiano en gesto de humanidad reclutó hombres y los envió a Paraguay, dicho Estado a manera de agradecimiento elevó a Ley de la República una disposición en la que le permitía y a la vez obligaba a cada hombre a tener  mínimo siete mujeres y a estas a ser solidarias y cordiales con su pareja, ello con el único fin de poblar la naciente República. 

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