Crónicas Opinión

La Tarea de el profesor Laudelino sobre Albert Camus

Era el año de 1980, cursaba el cuarto de bachillerato en el colegio De La Salle en Cartagena de Indias, primaba en los hogares la televisión a blanco y negro, si acaso un solo canal. Era la época de los videos juegos Telebolito y el Atari, y si querías ultradiversión existía la reproductora de video Sony Betamax, pero la mayoría no teníamos acceso a esa tecnología y menos  viviendo yo con mis abuelos, me acuerdo que la primera vez que ví una película a color y en un Betamax fue en la casa de mi primo Juan Carlos Chaljub:  “Cuando Ruge La Marabunta”, una película de 1954 protagonizada por Charlton Heston y Eleanor Parker; bueno, digo a color porque era tan antigua que veía tonos rojizos, violáceos y grises, ya eso para mí era a “color”.

Por la escasa tecnología de esos tiempos, la diversión era en la calle, donde se enamoraba, jugaba, peleaba; los primeros juegos amorosos en el “escondido”, se aprovechaba y se escondía uno con la pelaita que le gustaba; la calle era el auditorio del barrio, el que se veía una película en los teatros de la ciudad, se la contaba con pelos y señales al resto de los compañeros que estábamos muy atentos a cada palabra, sentados en el suelo.  

Esperen…me elevé como el barrilete, vuelvo: cuando cursaba el cuarto de bachillerato y el profesor de español Laudelino Ramos, nos dejó la tarea de investigar sobre el escritor Albert Camus, pues no se diga más, pa´ la casa a investigar en lo único que tenía al acceso: La *Enciclopedia Ilustrada Cumbre*, cuya última reimpresión fue el año de 1959, con esa enciclopedia estudiamos todos mis hermanos.

De Alberto Camus solo unas cuantas líneas, tan atrasada la información que en la Cumbre aparecía vivo el escritor, cuando en realidad se había muerto 20 años atrás. ¡Madre Santa!, hoy son miles de páginas en internet sobre la vida y obra de Albert Camus. 

Y aquí estamos, esta generación de *“Los Tiempos de la Cometa”*, como la canción de Freddy Molina Daza. Lo curioso es que algunos no tenían acceso ni a la desactualizada Enciclopedia Ilustrada Cumbre, que era lo normalito de la época y hoy son personas ilustres.

*Mi reflexión*: no importa la alta tecnología con I.A que vivas, si no hay curiosidad por investigar, aprender y realizarte como ser humano, daría igual vivir en la época de las cavernas.

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