Crónicas Opinión

Máximo Rafael Movil Mendoza dejó un inmenso legado musical para la posteridad

 Por: Hermes Francisco Daza
Se marchó para siempre el cantor de las mujeres, ese mismo corazón que muchas veces fue golpeado por el desamor y la incomprensión de las mujeres,  traicionó a Máximo Rafael Móvil Mendoza, compositor insigne de la música vallenata, el 4 de enero de 2002 a las dos de la tarde. En la clínica Ana María de los Seguros Sociales, aquejado de múltiples dolencias que desencadenaron en un paro cardiaco falleció a los 68 años, el corazón dejó de latirle a Movil Mendoza, uno de los integrantes del famoso ‘Trío de Oro’ que tanta gloria le ha brindado al país vallenato.

 Costumbrista Por Excelencia

 “El Indio de Oro “aunque sólo cursó hasta segundo de primaria, fue dueño de una mente prodigiosa con la que memorizaba las más de 180 canciones que compuso. “Cuando me muera, me llevaré a la tumba muchas canciones inéditas”, se le oyó decir alguna vez. 

Hijo único de Máximo Manuel Móvil y Rosa Ermelinda Mendoza Rodríguez; ambos fallecidos. Durante su vida se desempeñó como agricultor, vendedor de madera y chofer, oficio este que ejerció durante mucho tiempo en San Juan del Cesar. Siempre se caracterizó por tener una mirada tranquila y melancólica, era de conversar pausado y compuso obras en los cuatro aires del folclor vallenato. Sus mayores fuentes de inspiración fueron las mujeres, la naturaleza, la tristeza y la injusticia, siempre decía que “la musa me llega en cualquier momento y lugar, pero memorizo lo que quiero en las madrugadas”.

Al lado de Hernando José Marín Lacouture (Q.E.P.D) y Sergio Moya Molina, integró el famoso ‘Trío de Oro’ del folclor vallenato. Con estos dos colegas recorrió gran parte de la geografía del Caribe colombiano, situación que favoreció su numerosa descendencia: 22 hijos y más de 60 nietos. Fue el hombre que se acostaba a las siete de la noche y se levantaba con el primer canto del gallo, era amigo de sus amigos y le encantaba reunirse a conversar, pero “sobre temas de interés”.

Su vida musical

A los 12 años comenzó a versear en forma natural, como era hijo único se convirtió en atracción de la familia, solo hizo hasta segundo elemental porque sus padres eran muy pobres.

Su primera composición fue grabada por Alfredo Gutiérrez Vital, fue “Mujeres que me dejaron” en el año 1970. A partir de ese año, comenzó su productiva carrera como compositor.

A su señor padre, Máximo Manuel Movil le hizo la hermosísima canción “Presentimiento” que fue grabada en 1972 por Emilio Oviedo y Rafael Orozco Maestre.

A su querida madre Rosa Hermelinda Mendoza Rodríguez le compuso la canción “En realidad me quiso” grabada por los hermanos Meriño en la voz de Elías Rosado.

A su esposa Ferailda González, nacida y fallecida en Villanueva, le compuso la canción “La mujer conforme” grabada por Jorge Oñate González con el acordeón de Emiliano Zuleta Diaz.

“Vengo de la montaña/ de allá de la cordillera/ allá dejé a mi compañera/ junto con mis dos hijitos/yo me traje bien cargado mi burrito/ vendo mi carga y me alisto porque mi mujer me espera/ tengo pensado regresarme bien temprano/ porque allá me está esperando con algunos alimentos/ mi pobre compañera que con tantos sufrimientos, amarguras y tormentos me acompaña en esas tierras”

Su última compañera fue María Esther Gil Fuentes, con quien tuvo tres hijos Máximo Rafael, Yomaira Esther y Yajaira María. Máximo fue un hombre de mirada tranquila, melancólica y de voz pausada, reconoció humildemente que amò a sus canciones como a sus hijos.

Le hubiese gustado ser cantante, pero su voz no fue buena para grabar. Como compositor se sintió realizado, compuso en todos los aires vallenatos Merengue, Puya, Paseo, Son y hasta Porro.

No hay conjunto en el país vallenato y provincia que no haya grabado sus temas y muchos otros se han dado el lujo de cantar sus versos en distintos escenarios nacionales e internacionales.

La canción que lo internacionalizò fue “Aunque sufriendo te olvido”cantada por Alberto “Beto” Zabaleta y  el acordeón de Emilio Ovidio en el año 1972 y cuatro años después fue grabada en México en versión Ranchera.

El cantautor Diomedes Diaz Maestre le grabò unas 20 canciones y las populares “La Vecina” y “No lo Intentes”, entre otras.

Calixto Ochoa Campo le grabó el porro “Ojos Brujos”. Máximo Rafael era socio y pensionado de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia Sayco.

Solo participò en el Festival de Compositores de música vallenata de su amada San Juan del Cesar, sur de La Guajira, evento donde resultó ganador con el merengue “Penas de mi tierra” año 1977, que refleja el éxodo del provinciano a lugares desconocidos buscando un mejor vivir. Movil Mendoza plasma esta realidad de la siguiente manera:

“Me despedí de un joven por allá como a eso de las once de la mañana, cuando ella entre sollozo amamantaba un niño que muy pronto iba a abandonar, lloraba porque iba a tierras extranjeras, sabía que su hijo menor allí dejaba tal vez por la situación que la obligaba de ir a buscar el salario a otras tierras,sabía que tenía que cruzar las fronteras para poder conseguir lo que buscaba” …

 La Fundación Festival Nacional de Compositores de Música Vallenata de su tierra San Juan del Cesar le rindió un merecido homenaje en el marco de la XIV versión del certamen, dirigido por el compositor Luis Aniceto Egurrola Hinojosa en diciembre del año 2000.

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