Crónicas

La Popa 

“El Cuento de Pepe”

Por: TC. Pedro Norberto Castro Araujo

Solo momentos de gloria vienen a mi al recordar aquel Batallón Insigne del Ejército Nacional.

La Popa fue la primera unidad militar en el Cesar, está desde la misma creación del departamento, podríamos decir que es hija nuestra como  lo es el rio Guatapurí y el Badillo, como lo fue Alfonso López, “La Cacica” y Escalona.

La Popa lideró eventos cruciales que hoy se incrustan en la memoria de quienes la vimos crecer, no solo ha sido un Batallón. A pesar de ser un fuerte militar con soldados de artillería allí acantonados, fue el epicentro de actividades sociales de importancia regional. Allí se albergaba a ganaderos y productores agropecuarios, se hablaba de desarrollo económico, de iniciativas agroindustriales, emprendimientos  protegidos por hombres, que con honor tienen claro,  que el deber se antepone ante la vida y que juraron a su bandera defender a su patria.

Su imagen ha querido ser desdibujada por quienes desconocen el esfuerzo de aquellos soldados corajudos que con trasnocho hacían patria sin importar las inclemencias del clima, sacrificaron todo para mantener el orden social. Sin la fuerza de sus hombres hubiésemos muerto o sucumbido en un perenne caos.

La ecuación de vida, clara es; la fruta podrida daña a las demás. Allí sucedió una situación parecida al del fruto podrido, hombres sin visión, sin orientación y sin honor quebrantaron con sus actos a la institucionalidad y con sus cobardes hechos desdibujaron la imagen positiva de muchos años. En eso estamos de acuerdo pero, a la vez en desacuerdo con muchos que piden irresponsablemente que desaparezca la unidad de todos los vallenatos.

En ella crecí y me formé como militar al igual que centenares de colombianos y cesarenses, quienes gracias a la entidad que impregnó en nosotros deberes y virtudes, obediencia y disciplina,  somos hombres de bien.

La guerra endureció el corazón de hombres que nacieron en paz y que por la rigidez de la misma cometieron hechos lamentables, la estrategia ideológica de sectarios de izquierda apuntaron a ganar la guerra enlodando el buen nombre de la institución y de sus hombres, soldados derrotados por infames sentencias de tribunales mal pagos quienes en la encrucijada del sometimiento depusieron las armas y se rindieron ante la derrota jurídica enmarcada en el olvido estatal. 

Hoy desadaptados le apuestan a que la institución castrense desaparezca como si una sola golondrina hiciera verano, como si una sola manzana pueda podrir a las demás. Unamos esfuerzos en defender el batallón insignia de los vallenatos. Batallón de Artillería No 2 “La Popa”. 

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