Arte y cultura Opinión

Octava del Corpus, muestra fotográfica, conversatorio y arte audiovisual indígena centraron atención sobre Territorio Kankuamo 

Por ComunicaPIK

Después de una jornada multicolor donde primó el reencuentro de propios y visitantes, quienes aprovecharon para intercambiar productos tradicionales del territorio Kankuamo, la comunidad de Atánquez se convirtió en el escenario perfecto para que se observara nuevamente por sus calles el recorrido de La Octava, marcha final de Kukambas, Negritas y Diablos con la cual se cerró el ciclo fervoroso por parte de los que guardan la devoción milenaria por el Santísimo Sacramento.

Las calles de Atánquez se convirtieron en ese río humano que acogió el entusiasmo y la devoción de los danzantes, quienes al filo de las 5:45 de la tarde del jueves llegaron hasta las puertas de la iglesia San Isidro Labrador, y en acto seguido se encontraron todos y todas en la plaza principal del pueblo para escenificar el acto de danzar juntos para celebrar la vida mientras cantaban al unísono el coro que dice: “La Sierra se va, el año entrante regresará…”, convencidos todos los devotos que la Madre les permitirá seguir danzando por la vida hasta el final de sus días.

La mañana del viernes 24 de junio llevó a los espectadores hasta la Biblioteca Kankuaka para apreciar la muestra fotográfica ‘Senderos de la Memoria’, una muy completa exposición de imágenes de la vida, los paisajes y momentos que han engrandecido el acervo cultural del territorio Kankuamo por parte de varios fotógrafos, reporteros gráficos y amantes de la fotografía que han pasado por el entorno de este Pueblo Indígena asentado en la vertiente suroriental de la Sierra Nevada.

En acto seguido, el entusiasmo y la alegría desbordante de los niños y niñas de la Comisión de Mujeres y Familias Kankuamas de Atánquez, y Docentes del CDI, AUSARI-KUMA, ratificaron que leyendas y juegos tradicionales como ‘El Silborcito’, ‘La Madre Monte’ y ‘La Yuca’, permanecerán por siempre en el imaginario lúdico de los menores de edad que nacieron y se están formando en este sector del municipio de Valledupar.

Y así, mientras algunos visitantes se deleitaban con la muestra fotográfica, y los padres de familia acompañaban a sus pequeños, el componente académico hizo presencia en la Casa de Pensamiento con el conversatorio ‘Senderos de la Memoria’, un interesante coloquio donde se compartieron importantes relatos sobre cotidianidad indígena y acervo cultural de la Sierra Nevada de Gonawindua.  

Kevia Chaparro, hija del líder Arhuaco Manuel Chaparro, habló sobre los lazos espirituales y familiares que la unen con Atánquez, y sobre el legado de respeto que recibió de sus mayores para con la celebración del Corpus, lo que ella ha asumido como valorar la importancia del pensamiento para armonizar la comunicación. Seguidamente, el comunicador Kankuamo, Daniel Maestre, se refirió al acumulado de saberes que los hermanos del mundo occidental no han entendido, y que en los actuales momentos de la humanidad urge un diálogo fluido y permanente entre indígenas y no indígenas.  

María Mercedes Cantillo y Román Mattos, del Cabildo Indígena Taganguero (Santa Marta), compartieron su enriquecedora experiencia de 18 años con la Escuela de Saberes Ancestrales, proceso que les permitió sacar adelante la puesta en marcha de un Micro Reality al servicio de la identidad cultural del pueblo étnico de Taganga.

Mileidys Polanco, de la Organización YANAMA de La Guajira, la Red de Comunicadores Wayuu y TICKaribe, habló de la comunicación propia desde el sueño colectivo de los comunicadores indígenas que hacen parte de la Comisión Nacional de Comunicación de los Pueblos Indígenas – CONCIP, trabajo mancomunado que ha permitido crear una garantía de pervivencia. “Nuestro compromiso es comunicar para defender la vida de los pueblos que habitan en Colombia”. Subrayó la necesidad latente de apropiarse de las nuevas tecnologías sin perder el fundamento de la lucha.

Angie Forero, del Ministerio de Cultura, y considerada una gran aliada del proceso comunicativo Kankuamo, se refirió al trabajo desarrollado para fortalecer las escuelas de comunicación indígena en Colombia, y cómo a través de diversas instancias donde participan de manera activa los comunicadores de las organizaciones indígenas, se pretenden retomar los procesos de memoria colectiva, poder visibilizar productos desarrollados en regiones y ampliar procesos de diálogos intergeneracionales con las 45 escuelas existentes.

Jaime Tenorio, del Ministerio de Cultura, enfatizó en la importancia del trabajo que se ha podido adelantar entre la Dirección de Cinematografía y el área de comunicaciones del Ministerio de Cultura para agilizar los procesos que hoy adelantan los colectivos de comunicación indígena. Se refirió a la impronta dejada por la CONCIP para lograr un posicionamiento real de la Política Pública de Comunicación de los Pueblos Indígenas de Colombia, coyuntura que ha permitido “darle una voz real a todas las miradas comunicativas de los Pueblos Indígenas”.

A manera de cierre, y después de escuchar intervenciones de asistentes e invitados al conversatorio, la secretaria técnica de la Comisión Nacional de Comunicación de los Pueblos Indígenas- CONCIP, Silsa Arias Martínez, insistió en la necesidad apremiante de “comenzar a poner en escena temas que nos competen a los Pueblos Indígenas, ya aperturamos en territorio de la Sierra Nevada de Gonawindua una muestra de trabajos audiovisuales propios, y por qué no soñar con un gran encuentro cultural de carácter étnico que reafirme nuestra lucha por la comunicación propia y apropiada”.

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