Opinión

Nono La Vara “El cuento de Pepe”

Por: Pedro Norberto Castro Araujo

Me contaba Anibal Galindo que a principios del siglo pasado, Valledupar era una ciudad pintoresca, rodeada de casas construidas en textura de barro y vareque, hermosísimas por su uniformidad con cubiertas en tejas tipo colonial, calles empedradas, que circundaban las dos únicas iglesias de creencia católica que existían en la ciudad; la primera dentro del Marco de la plaza Mayor perteneciente a Nuestra Señora de la Concepción y la segunda la iglesia de Nuestra Señora del Rosario ubicada en la calle 15 frente a la casa de don Oscarito Pupo Martínez y por el otro extremo con casa de la señora Leticia Castro de Pupo.

A sus 92 años, Elfo Jiménez Ochoa, consejero espiritual de mi padre “Pepe Castro” me contó que en la ciudad de los Santos Reyes habitaba el primogénito de Cristóbal y Conce, sus primos y quien en su adultez tenía una condición especial; cambiaba su temperamento con la atracción gravitacional de la Luna.

Sostiene que es el mismo fenómeno atmosférico que crea las mareas oceánicas que sube y baja el oleaje del mar cada 12 horas. La luna llena permite que las olas dejen su estado natural y se tornen violentas, fenómeno que tambien influye en el estado de ánimo de las personas, influyendo en los pacientes bipolares, cuyos cambios de estado de ánimo es cambiante alrededor de la luna llena quien les provoca plenitud, euforia y excesos.

En esta fase se dice que todo el mundo se pone lunático -es decir, loco- como le pasaba a Victor “Nono la Vara” con los cambios prelilunares, con ellos producía una gruesa y desbordada energía que lo hacia caminar por las calles del Valle a toda velocidad.

Era costumbre de los ricos de Valledupar almorzar a manteles a las 12:00 del medio día y era usual mantener abierto un portoncito que comunicaba con el traspatio por donde entraban a los establos de las viejas casonas, los güeyes, burros de carga y vacas de leche, arriadas a esa hora para destetarlas de sus crias.

La señora Leticia Castro de Pupo como de costumbre había ordenado a la servidumbre avistar cuando la mesa atuviese servida; al poco tiempo las mujeres con toda la etiqueta social, con porte y señorío se encontraban sentadas en la mesa principal de la casona colonial y con cubiertos en plata en mano pretendían degustar exquisitos manjares de la cocina criolla en los que incluían guisos de aves de corto vuelo.

Al momento de iniciar a comer notaron la presencia de “Nono la Vara” quien al pasar sintió el rico olor a gallina, lo que lo obligó a colarse por el portón de atrás.

Nono, sorprendió a las distinguidas damas al entrar orondo al aposento principal. Muy buenas tardes señoritas; este banquete parece la cena de Nuestro Señor Jesucristo … Que cena tan bella …

Las mujeres al verlo corrieron despavoridas hasta encerrarse en sus habitaciones, dejando la mesa servía.

Nono se quedó solo olfateando los múltiples manjares, parado en una esquina en la mesa, y dado que no había nadie a quien preguntarle, el mismo se preguntaba y él mismo se respondía: Nono…que fue doña Leti. Te provoca arroz de cerdo aplástelado, hecho de las manos maravillosas de Maria Meza? Como no doña Leti…Es mi comida preferida … Nono tomaba la bandeja acerada en plata con la mano izquierda y con la derecha urgaba el delicioso platillo.

Nono sírvete más conejo como no doña Leti.. Nono mas ensalada muy buena tiene pepino y aguacate, hay doña Leti tengo rato que no como ensalada…

Nono ahí hay un jugo en la mesa de guanábana … hay doña Leti es el jugo que mas me encanta. Y con jarra en mano saboreaba la deliciosa bebida.

Nono al estar satisfecho y con la barriga contenta se despide agradecido de doña Leti.

Antes de salir avista encima de la nevera del comedor un pote lleno de monedas y billetes sencillos. Nono … que fue doña Leti… arriba de la nevera hay unos sencillos… son para ti Nono..

Nono con la intención de llevárselos se auto responde: … Mejor que no doña Leti, deje esos sencillos allí. Porque Nono ? Insisto son para ti Nono.. No doña Leti, déjelos allí, Los Castro y los Pupos son muy tacaños, después van a decir que Nono se los robo.

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