Iván Zuleta, rey de una dinastía

“El Cuento de Pedro”
Por: Pedro Norberto Castro Araújo
Mucho se ha especulado sobre la idoneidad del jurado en la elección del nuevo rey del Festival de la Leyenda Vallenata, versión número 58; algunos insatisfechos han opinado de que no debió otorgársele la corona a Iván Zuleta Barros por razones de poca monta que no vienen al caso enunciar.
Lo cierto es que el nuevo rey no necesito mucho para demostrar ante los asistentes, su talento para ejecutar los cuatro aires, sofocar los teclados de su acordeón y demostrar de qué está hecho; por cuanto en la actualidad es el mejor acordeonero que ha parido la provincia de Padilla. Su talento, talla, estirpe y majestuosidad los ha demostrado a lo largo de su carrera musical; él es como el gallo fino cuando pisa la gallera y no encuentra contendor.
A temprana edad, su padre Fabio Zuleta Baquero lo probó en escenarios donde se coronó como rey infantil y aficionado, llevando su talento por toda la patria en festivales de versión vallenata; No en vano a sus 15 años interpretaba con gallardía el acordeón haciendo equipo con el más afamado cantante de la música vallenata: Diomedes Díaz Maestre.
Lo ocurrido en la tarima Colacho Mendoza del parque de la Leyenda Vallenata Consuelo Araujo Noguera no tiene discusión alguna; Zuleta Barros es el mejor acordeonista en el año 2025, coronándose no solamente como el número 58 sino como el primer rey de la dinastía Zuleta.
Como observador del certamen Festival Vallenato y en pro de que cada día sea mejor, con respecto al desfile de Willis parranderos y el desfile de piloneras, eventos que han crecido vertiginosamente; pienso que deben organizarse de mejor forma y para ello debemos juntar los esfuerzos de las autoridades locales y de quienes apoyamos el festival llevando al desfile nuestros 4×4, lo hacemos con recursos propios sin obtener nada a cambio. Igual sucede con el desfile de piloneras, el esfuerzo lo hacen las empresas y los grupos folclóricos atraídos por el entusiasmo de quien lo vive es quien lo goza pero recuérdese que no solamente vivimos del entusiasmo, cualquier evento resulta oneroso y el estímulo de parte de la Fundación es ninguno. Ni siquiera para donarle las boletas a los participantes.
Si corremos el tiempo hacia atrás siempre el acto de inauguración del festival queda flojo, las galerías orientales y occidentales siempre las encontramos vacías y olvidadas, ninguna autoridad municipal se ha pellizcado para donar las boletas o distribuirlas entre los líderes locales para que estos a su vez las entreguen a las comunidades y como se hace en tiempos de política, garantizarles el transporte de ida y regreso a esas personas que nunca han asistido al festival.
En 1968 Emiliano Zuleta Baquero, participó en el primer festival vallenato, donde se coronó como rey Alejo Durán. Zuleta con grandeza reconoció la maestría de su opositor. Para ser rey no se necesita tener la corona se necesita ganarse el reconocimiento de toda una sociedad, de allí para abajo los Zuleta con Poncho y Emilianito a la cabeza, han inmortalizado el vallenato tradicional el cual se ha internacionalizado y trasmitido a una generación de descendientes quienes tienen la responsabilidad de mantenerlo en la cúspide.
Los Zuleta para ser grande no han necesitado de corona alguna son grandes y punto.