Crónicas Destinos

Potencial turístico en La Guajira: piedra angular de desarrollo para la península

“Y no sé porque La Guajira

se mete hasta el mar así

como si pelear quisiera

como engreída, como altanera

como para que el mundo supiera 

que hay una princesa aquí”: Rafael Manjarréz Mendoza.

Por: Hermes Francisco Daza

Corría el año de 1986 cuando el compositor Rafael Manjarrez Mendoza le dijo al mundo que había una península mágica que se internaba en el mar Caribe como si quisiera pelear, pero cuyo propósito original era gritarle al universo que en ese extremo de Colombia existía una princesa guajira que reclamaba un sitial en el escenario turístico mundial.

Con el pasar del tiempo, ‘Rafa’ admitió que ‘Benditos versos’ es la canción que más le gusta, y aunque está inspirada en una morena guajira de risa tierna, piernas perfectas, porte de reina y carácter altivo; también sirvió para que en muchos puntos de la geografía mundial se interesaran por conocer ese pedazo de tierra lleno de magia y encanto.

Destinos mágicos

Hablar de La Guajira es trasladarse a la punta de Colombia y de Sudamérica, un paisaje desértico en un alto porcentaje cuya belleza es sinónimo de exuberancia singular, ya sea en su parte costera o en su región montañosa. La población guajira, donde prevalece el pueblo indígena Wayúu, conserva unas costumbres ancestrales que enriquecen el entorno de la península.

Su capital, Riohacha, una ciudad con una población de 340 mil habitantes, una especie de Babel suramericana donde se sienten el mar y el desierto, la sal marina, el inclemente sol, el mundo árabe y la cultura vallenata. Sobresalen como atractivos turísticos la Casa de la Cultura, la Avenida La Marina y la Catedral Nuestra Señora de Los Remedios, templo religioso donde se dan cita personalidades del ámbito nacional el 2 de febrero.

El recorrido turístico por la península guajira le permite al turista, viajero permanente o aventurero del mundo iniciar su travesía por el complejo carbonífero de El Cerrejón, la mina de carbón a cielo abierto más grande de Latinoamérica, y extasiarse con las esculturas del centro urbano del municipio de Albania.

Maicao, sitio obligado para comerciantes de diversos puntos de la geografía colombiana, ofrece a sus exclusivos visitantes la Reserva Natural Montes de Oca, la zona comercial que la hizo merecedora del título de ‘Vitrina Comercial de Colombia’ y la mezquita Omar Ibn Al-Jattab, considerada una de las más hermosas de América Latina. En Manaure se confunde la belleza mineral de las Salinas, las Playas de Mayapo y el asentamiento de Musichi (sitio especial para apreciar los flamingos rosados).

El municipio de Uribia es uno de los destinos turísticos con mayores atracciones en el norte de La Guajira: El Cabo de La Vela, el Parque Natural La Macuira, las Dunas de Taroa, Puerto Bolívar, Punta Gallina, Nazaret, Puerto Estrella, el Cerro de La Teta y el Parque Eólico, ratifican la riqueza natural de esta zona de La Guajira.

En Barrancas, municipio que ha sufrido una amplia transformación urbanística y social en los años recientes, se pueden visitar las Cuevas de los Santos o el Parque Recreacional Agua Luna. Muy cerca de allí, lo espera Dibulla con el Centro Recreacional Ma-Ziruma, el balneario Las Gaviotas, las playas del río Palomino y el río Ancho.

El recorrido turístico lo llevará a Distracción, donde los balnearios El Silencio y Pozo Ancho lo invitarán a quedarse más tiempo del planeado. Seguramente, en El Molino, municipio famoso por ser cuna de cantantes como Alberto “Beto Zabaleta”, Marcos Díaz Alarza y Luís ‘El Pade’ Vence, quedará tiempo para disfrutar Su Manantial y el balneario La Ollita, pero también habrá un espacio para la concentración espiritual en la ermita de San Lucas.

En Fonseca, la tierra bravía donde se celebra el Festival del Retorno, el visitante puede deleitarse con la Cascada del Perijá; mientras que en Hatonuevo podrá combinar el placer de bañarse en el balneario El Pozo, o entrar en armonía espiritual con los indígenas del Resguardo Loma Matos.

El recorrido turístico llevará al visitante a la parte sur del departamento, donde la tierra de compositores San Juan del Cesar ofrece como atractivos geográficos al corregimiento de La Sierrita, balneario El Totumo, el Manantial de Cañaverales, los saltos de La Junta, La Peña, Corral de Piedras y represa del rio Ranchería; mientras que en Villanueva se podrá disfrutar de la magia de su festival Cuna de Acordeones mezclada con la belleza natural del Cerro Pintao, el río Villanueva y el Castillo Escondido.

Urumita, conocida con el apelativo de ‘La tierra de las mujeres bonitas’, encierra como atracción la fuerza inspiradora del río Marquesote, los paisajes del Cerro Vence y el encanto de Villa Mary. Finalmente, el turista llegará a La Jagua del Pilar, pueblo de compositores y cantantes que encierra la magia de La Vela del Marquesote con la fuerza del río del mismo nombre y las famosas Sabanas de El Plan, escenario que sirvió como cuna de muchas composiciones del folclor vallenato.

 Turismo, motor de desarrollo

Tal y como lo escribiera el periodista Pepe Palacio Coronado en julio de 1983: “Pero lo que no puede negarse es que la región más importante en el norte de Colombia, al disponer de 400 kilómetros de playas que integran paisajes opulentos y exóticos, gentes, mares inmensos, playas arenosas y blancas, bahías y cabañas, todo dentro de un conjunto que se realiza con la cultura indígena, aún intacta, mediante sus comunidades y rancherías regadas a todo lo largo de la geografía peninsular”.

De alguna manera, el comunicador nacido en el municipio de Dibulla, presagiaba la proyección turística que su tierra alcanzaría con el paso de los años, piedra angular de desarrollo a la que le ha faltado mayor inversión por parte del sector oficial, y que seguramente, será el factor que le permitirá a la península salir del marasmo económico y social que hoy atraviesa.

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