Opinión

Murió el pastor ‘Chema’ Oñate, guerrero de la fe

Por:Yanitza Fontalvo Díaz

“Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”. Apocalipsis 2:10

Este domingo lluvioso se fue un alma buena al cielo, como dirían las abuelas; El Señor recibió en sus brazos al pastor José Manuel Oñate, conocido cariñosamente como el pastor ‘Chema’, era el padre de Damarys Oñate, pastora presidente de la Iglesia Cejes.

Su figura frágil y su trato apacible denotaba la bondad que había en su alma y el gran amor al Señor; con su ejemplo y enseñanza de la Palabra de Dios, formó una familia para Cristo, varios de sus hijos, yernos, sobrinos y nietos que habitan en varias partes del mundo son pastores y adoradores con su talento musical, dejando un hermoso legado. 

Nació en Distracción La Guajira el 27 de julio de 1931, su infancia no fue fácil, ya que ante la ausencia de su padre y luego de su padrastro, le tocó ayudar a su mamá para sacar adelante cinco hijos, pero su afán de aprender, hizo un gran esfuerzo y realizó sus estudios en la escuela nocturna.

A los 18 años conoció Dios, fue un gran impacto en su vida, así que se preparó para servirle como misionero, empezó a recorrer pueblos y en un curso de cristianos de las misiones evangélicas conoció a Rosario Murgas, ‘Chayo’, una hermosa joven de cabello largo que venía de Urumita, los unió su amor por Cristo, tienen como testimonio que cuando se casaron se fueron al municipio de El Paso sin nada de dinero, sin conocer a la gente les enviaron leche, yuca y otros alimentos lo que les demostró que Dios estaba con ellos. Tuvieron cinco hijos, Rubén, Damarys, Eliécer, Pilar y ‘La Chachi’.

Fueron pastores en Ciénaga Magdalena, en Urumita, en la Misión de la Iglesia Emanuel en Santa Marta, Iglesia el Paraiso en Barranquilla, en la Iglesia Rios de Paz en Fundación, fue supervisor de la misión I.B.M., y desde hace más de 30 años, el Pastor Ángel Flórez, su yerno, lo llamó a ayudarlo en la obra de la Iglesia Cejes como Pastor Consejero además tenía un ministerio de orientación de parejas y era el encargado de los cursos prematrimoniales, junto a su esposa ‘Chayo’, además lideraba un grupo que hoy continúa la misión que legó para visitar y orar por los enfermos, donde con fervor y fe, hacen recorridos por hospitales y todas las clínicas de la ciudad.

Escribió su libro biográfico, ‘Vale la pena servir a Dios’, donde cuenta su recorrido por el pastorado, pero también las dificultades que tenía la iglesia evangélica para ejercer las misiones, donde muchas veces les tiraban piedra y ataques que sufrió cuando predicaba desde el púlpito cuando no era aceptada esta doctrina en muchas partes del país.

El Pastor ‘Chema’ Oñate fue un guerrero de la fe, un verdadero Pastor de Pastores que era respetado por su edad, su ejemplo, rectitud y su gran pasión por las almas, se fue sin duda ‘derechito’ a la presencia de Dios, seguro al compas de la canción con la cual deleitaba al Señor.

Oh tu fidelidad, oh tu fidelidad,

Cada momento la veo en mí, 

Nada me falta pues todo provees, 

Grande Señor es tu fidelidad.

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