Mundo

Pérdida de conciencia y responsabilidad global  

Covid en el mundo: ahí está y ahí se queda. 

Ya no hay fake news pero si una creencia popular global de que ya no hay covid-19 y que estar vacunado es un blindaje seguro contra el virus. Pero ni lo uno ni lo otro, el coronavirus con su contagiosa variable ómicron y las mutaciones de ésta comenzó desde hace semanas a dar otra vuelta al mundo: la séptima en Europa, la quinta en el continente americano y la tercera en el resto del mundo.

Tales razones, aunadas a que la atención mundial está centrada en el alto impacto que para la economía global ha tenido la guerra en Ucrania, así como el retorno a la globalización plena (desde viajes, retorno a eventos máximos y liberalización de la mascarilla) han hecho que se pierda conciencia sobre la gravedad de la pandemia, que la Organización Mundial de la Salud mantiene bajo esa categorización.

Pero las estadísticas evidencian que el covid-19 continúa expandiéndose por el mundo y cobrando vidas a diario. El referente epidemiológico para determinar tanto el comportamiento como la tendencia del virus es la medición de contagios y fallecidos en los últimos 28 días. Según el Instituto John Hopkins, uno de los referentes de seguimiento a la pandemia en este período de tiempo en el mundo se han registrado 18.126.246 nuevas afecciones y 40.570 decesos por ómicron y sus más recientes mutaciones, la BA.4 y BA.5.

Con corte al mediodía de este miércoles, el mundo rozaba un acumulado de contagios de 552 millones, mientras que los fallecimientos por el coronavirus superaban los 6.342.000, aunque ambas cifras se consideran subregistros ya que no están incluidos todos los países y el reporte de China, donde se originó el virus y que actualmente tiene confinadas a millones de personas por un rebrote, no se considera confiable.

En números absolutos, Estados Unidos -por su extensión y población- continúa liderando el listado global de mayor afectación tanto en el acumulado como en la medición epidemiológica de referencia (28 días), acumulando 2.964.640 casos y 8.892 decesos, seguido de Alemania, Francia e Italia, países donde se está cumpliendo el vaticinio del director europeo de la OMS, Hans Kluge, quien hace semanas indicó que Europa tendrá “niveles altos” de contagios este verano boreal (junio a septiembre), basado en que los casos nuevos diarios se multiplicaron por tres desde hace un mes. (Ver tabla)

El funcionario recordó que “el virus no desaparecerá solo porque los países dejan de vigilarlo. Sigue contagiando, sigue cambiando y sigue matando” y agregó que debido a la variante BA.5, el número de contagios diarios en Europa, pese a la amplia cobertura de vacunación, pasó de 150 mil a finales de mayo a 500 mil en la última semana de junio.

También resaltó la importancia de seguir monitoreando el virus porque de no hacerlo, aseguró, “nos vuelve cada vez más ciegos respecto a las maneras de contagio y su evolución”.

Otro factor que ha incidido a nivel global en el relajamiento frente al covid-19 ha sido la vasta -aunque desigual- cobertura de vacunación. La OMS estableció como meta para finales del año pasado que el 40% de la población en cada territorio hubiera recibido las dos dosis de biológicos recomendados inicialmente. Ello no se cumplió y elevó la misma al 70% para el pasado 1 de julio, pero tampoco se alcanzó en gran parte del mundo. Aunque se debe destacar que, en al menos un centenar de países, entre ellos Colombia, se superó ese límite e inclusive se aplicaron dos dosis de refuerzo y se amplió la inmunización a niños e inclusive bebés, como en Estados Unidos.

Toda África, buena parte de Asia y distintos puntos de Europa, América y Oceanía está en ‘rojo’, sostuvo la semana anterior el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al tiempo que destacó que grandes naciones como Estados Unidos o Rusia, que fueron de los primeros en inocular dosis, siguen sin tener a su población vacunada, mientras que en otros casos, como Nigeria, Camerún o República Democrática del Congo, algunos de los territorios más poblados del continente africano, el porcentaje de la pauta completa no llega a las dos cifras.

Según el Instituto John Hopkins en el mundo se han administrado más de 11.760 millones de vacunas y aunque no hay escasez de biológicos persiste tanto la desigualdad en el acceso a los mismas como los movimientos de resistencia a aplicárselas.

Paradójicamente lo que no se logró cuando el pico global de pandemia, se alcanzó hace pocas semanas cuando los 164 miembros de la Organización Mundial del Comercio decidieron suspender temporalmente las patentes de las vacunas anticovid, lo que permitirá apaíses en vía de desarrollo fabricar durante cinco años esos biológicos sin pagar regalías. Ese considerado ‘paso histórico’ se vislumbra difícil de materializar porque no todos están en capacidad de hacerlo. 

Ante el aumento global de casos, un panel de expertos médicos estadounidenses solicitó a los laboratorios que fabrican las vacunas anticovid que las nuevas inyecciones sean ‘bivalentes’ es decir que ‘ataquen’ tanto el virus original de Wuhan como los linajes de ómicron que han sido los dominantes durante este año y, altamente contagiosas.

Tomado de: AFP

Redacción Internacional

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